El miedo tiene casta

Escrito por Miguel Ángel De Renzis

Todo se derrumbó. Cuando el cachivache vio que se aproximaba la hora de la verdad comenzó a temblar.
Se dio cuenta de lo que era el miedo. Y salió en búsqueda de la casta.

Se juntó con lo peor de la escena política. El endeudador serial, el ladrón del correo, el múltiple procesado, el que espió a la familia y a los familiares del ARA San Juan, el que nos llevó derecho al Fondo Monetario.

Sí. El antiguo arquero de Chacarita Juniors se vio goleado. El frustrado cantante se ahogó en silencio.

El plagiador económico se confundió con los números. Al admirador de Thatcher, Churchill y Reagan le llegó el miedo.

Y EL MIEDO FUE A BUSCAR, ENTONCES, A LA CASTA, A LO PEOR DE LA CASTA.

Miedo a que se descubra su mentira. A que se enteren de que operó a favor de las AFJP. Que trabajó para Eurnekian cuando la armenia casada con Domingo Felipe Cavallo lo buscó para el negociado de los aeropuertos que escondía la mano de Rockefeller.

Y el miedo lo paralizó. Y buscó a la casta.

Entonces surge como poetisa olvidada una militante de la izquierda y define que el león era un gatito mimoso.

Pero como el miedo ya había tomado contacto con la casta, le terminó ofreciendo a la “repudiable izquierda marxista, leninista, trotskista, stalinista” pasar de fusilarlos a que ocupen un ministerio.

Y el miedo lo aterró. Y alcanzó sobre la casta montonera y se buscó a Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, que ponía bombas en los jardines de infantes, para su ministra de seguridad.

Mientras que entonces Carolina Serrano, el nombre de guerra de Patricia, reaccionó y le hizo dos causas judiciales. Una por atentar contra la democracia. La verdad, nunca puso bombas en un jardín de infantes.

Y al gatito mimoso le agarró más miedo. Como su vida es una mentira, se buscó una imitadora de pareja. Y Fátima fue a lo de la anciana conductora y todo parecía ser normal mientras era la época de gritar “La casta tiene miedo.

Como en la vida, las imitaciones siempre exageran. Y descubrimos que era al revés. EL MIEDO BUSCÓ A LA CASTA.
Todo pareció un gran zoológico. Con gatitos mimosos, patitos, y el gran gorila Mauricio.

Y entonces, uno a uno, fueron saltaron los castores. La casta se debilitó.

NADA VOLVIÓ A SER COMO ANTES

La motosierra se quedó sin filo. Porque el gatito mimoso se dio cuenta de que era de origen chino y dejó de usarla. Y se fue a tomar un café. De pronto frenó y preguntó el origen del café. Y dijo a los gritos “¿No hay café colombiano?”. Tres alcahuetes que lo acompañaban le dijeron que era brasileño, que los colombianos ya habían puesto lo de ellos. Cuando preguntó que habían puesto le dijeron que era blanco como el azúcar, pero que no era azúcar, lo que pusieron para su campaña.

Y entonces el cachivache preguntó por el croata, lo tranquilizaron, hasta ahora no declaró. Visiblemente nervioso gritó “¡no pueden atentar contra el mercado!” Y los castores siguieron saltando.

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Y llegó la hora de los Benegas Lynch. Ahora la culpa era del que viste de blanco, además porteño, del barrio de Flores, hincha de San Lorenzo. El peor de los pecados. Todos lo de San Lorenzo son seguidores de Maza. Sí. Del padre Lorenzo Maza, creador del club.

El rey de los felinos es el tigre. Y el futuro presidente argentino, Sergio Tomás, es hincha de San Lorenzo y su segunda voluntad es Tigre.

Pero el cachivache es falso. Atajaba en Chacarita, pero siempre fue de Boca.

Todo parece un sueño. Y despertamos el 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional, contando los votos de los que votamos por la Patria.

La seguimos el lunes a las 6, por AM 650 Radio Belgrano.

Miguel Ángel De Renzis